El filósofo británico, matemático, historiador y crítico social,
Bertrand Russell continua siendo uno de los pensadores más
intelectualmente diversos e influyentes de la historia
moderna, su filosofía de la religión, en particular, ha dado forma a la
obra de los campeones del ateísmo moderno como Christopher Hitchens,
Daniel Dennett, y Richard Dawkins. En el tercer volumen de la Autobiografía de Bertrand Russell: 1944-1969 se encuentra este notable micro-manifiesto, titulado Un decálogo liberal
– una visión de las responsabilidades de un maestro, en él Russell toca
una serie de temas recurrentes de selecciones anteriores – el propósito
de la educación, el valor de la incertidumbre, la importancia del
pensamiento
crítico, el don de la crítica inteligente y mucho más.
Apareció
originalmente en la edición de 16 de diciembre 1951, de la revista The
New York Times, al final del artículo “La mejor respuesta al fanatismo:
Liberalismo”
Tal vez la esencia de la perspectiva liberal
se puede resumir en un nuevo decálogo, no pretende sustituir a la
antigua, solamente complementarla. Los Diez Mandamientos que, como
profesor, yo quisiera que se promulgaran, pueden ser formulados de la
siguiente manera:
1. No te sientas absolutamente seguro de nada.
2. No creas que vale la pena proceder ocultando pruebas, es seguro que la evidencia saldrá a la luz.
3. Nunca trates de desalentar la idea de que tendrás éxito.
4. Cuando encuentres oposición, incluso si es de tu esposa o de tus hijos, tratar de superarlo con argumentos y no por la autoridad, la victoria que depende de la autoridad es irreal e ilusoria.
5. No tengas respeto por la autoridad de otros, porque siempre hay autoridades contrarias que se pueden encontrar
6. No uses el poder para reprimir opiniones que tú piensas que son perniciosas, pues si lo haces las opiniones te reprimirán a ti.
7. No temas ser excéntrico en tus opiniones, pues toda opinión ahora aceptada alguna vez fue excéntrica.
8. Buscar más placer en el disenso inteligente que en el acuerdo pasivo, ya que, si valoras la inteligencia como se debe, el primero implica un acuerdo más profundo que el segundo.
9. Sé escrupulosamente veraz, aun cuando la verdad sea incómoda, porque es más incómodo intentar ocultarla.
10. No sientas envidia de la felicidad de aquellos que viven en un paraíso de tontos, pues sólo un tonto cree que eso es la felicidad.